En un resguardo indígena de Risaralda, la Fundación Origen de Vida dio sus primeros pasos en el camino del trabajo conjunto con comunidades ancestrales. La visita tuvo como propósito socializar los programas institucionales y abrir un espacio de diálogo que permitiera comprender las dinámicas, retos y aspiraciones de la comunidad.
El encuentro fue un ejercicio de escucha activa y construcción participativa, donde el equipo interdisciplinario —integrado por profesionales en salud mental, educación, cultura y medio ambiente— compartió experiencias y exploró posibles rutas de cooperación.
Esta primera interacción consolidó un vínculo de confianza mutua y sentó las bases para el desarrollo de proyectos sostenibles, centrados en la identidad, el bienestar y la autonomía comunitaria.
Impactos / Logros Clave:
Primer contacto institucional con la comunidad indígena.
Socialización de programas en salud, cultura y ambiente.
Inicio de procesos colaborativos con enfoque participativo.
